Cómo vivir en pareja en cualquier estación del año

Por José Vte. soldevila @joseRehia (Psicologo)

Cómo vivir en pareja en cualquier estación del año. Si existen personas que les cuesta vivir con ellos mismos y les cuesta entenderse y decidirse, imagínate vivir con otro que también tiene sus cosas y sus casos.

Cómo vivir en pareja en cualquier estación del año pareja abrazada

Vivir en pareja no es fácil. Requiere saber, querer y hacer ciertas cosas. Se trata de una “relación bicefálica” donde dos cuerpos y dos cabezas tienen que pensar y actuar como si fuera sólo uno pero no en todos los casos. Eso implica unidad pero también independencia, trabajo en equipo pero también iniciativas propias, compartir e intercambiar pero también distancia y espacios privados.

España es el tercer país europeo tras Portugal e Italia, donde más ha aumentado la tasa de divorcios en la última década

Según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas) España es el tercer país europeo tras Portugal e Italia, donde más ha aumentado la tasa de divorcios. El mes que escogen las parejas con mayor frecuencia para acabar con sus relaciones es septiembre, con ligeros repuntes después en Navidad y Semana Santa. ¿Por qué? Para vivir en pareja se requieren una serie de hábitos y habilidades que nos garanticen una convivencia larga y duradera en cualquier momento del año.

Cómo vivir en pareja en cualquier estación del año con estos 7 consejos puede que consigas regular el termostato de tu relación para que la temperatura de tu relación sea estable y confortable. Recuerda que también es importante disponer de un temporizador para ir evaluando cómo va evolucionando tu relación. El tiempo no siempre lo cura todo del mismo modo que la distancia no siempre marchita al amor.

Si tu relación va bien¡Felicidades! Estas sugerencias reforzarán tu convivencia. En caso contrario ¡Felicidades! Estas recomendaciones te ayudarán a reconducir tu relación de manera diferente para obtener resultados diferentes en tu vida de pareja.

Somos uno, dos, o más que dos.

Amar cuesta. Nada tiene que ver con sacrificarse o mimetizarse. Amar a otro no puede ser el único motivo por el que tu vida tenga sentido ni te cure de la soledad de vivir contigo. Del mismo que muchas cosas las tienes que hacer por ti mismo y otras con ayuda de otros, vivir en pareja también tiene sus protocolos.

Hay que decidir con antelación cuándo los dos sois uno solo, cuándo sois dos para sumar vuestras energías y cuándo sois más que dos porque multiplicáis vuestros resultados. Vamos a poner unos ejemplos ilustrativos: Somos uno cuando les hablamos a nuestros hijos. No se pueden tener versiones contrarias ni contradictorias. Somos dos cuando aportamos a la economía familiar nuestros ingresos para hacer frente a todas nuestras responsabilidades. Somos más que dos cuando al estar juntos hacemos cosas que individualmente jamás hubiéramos hecho o no nos hubiéramos atrevido a hacer.

Somos independientes.

Vivir en pareja no se fundamenta en la complementación sino en la organización. Vivir en pareja no significa crear dependencias o apegos más bien lo contrario. La dicha de uno no puede ser la desgracia del otro. Tener vida propia no es compatible con la vida en pareja. Tener cada uno una vida por sí mismo enriquece la vida del otro y viceversa. Practiquemos la independencia solidaria: querer que el otro esté bien con sus cosas para que yo pueda estar mejor con las mías bajo el influjo del bien común y no del egoísmo paternalista.

Somos diferentes.

El amor romántico se ha transformado en una publicidad de consumo. Tener un alma gemela es lo que todo el mundo anhela en la vida de pareja. ¿Para qué quieres a otro como tú? Para eso estás tú ya ¿no?

Es un error común confundir gustos iguales con vidas iguales.

Puede que ayude en el comienzo de una relación pero no va a ser lo determinante para su evolución. Somos como somos. Somos así. Otra cosa distinta es si hay algo en ti que debas cambiar o mejorar. Puede que te gusten los coches de tres puertas pero si tienes gemelos igual ese coche ya no te sirve. O lo cambias o te compras otro. Lo que no puedes hacer es quejarte por haber tenido hijos y ahora no poder disfrutar de tu coche deportivo. ¿Me explico? Otro error común es querer cambiar “al otro” a la imagen y semejanza de uno. Para uno es una tortura y para el otro una frustración.

Somos sociables.

No podemos pretender que los demás sepan qué pensamientos tenemos. No podemos esperar que los demás averigüen, como detectives privados, qué necesitamos si no lo verbalizamos. Vivir en pareja ayuda a conocerse pero no a adivinarse. Creer que el otro debería de saber que es un error muy común. Puede ser que lo sepamos y no hagamos nada al respecto. ¿Qué nivel de respeto tenemos entonces el uno con el otro? Eso es otra cosa y otro asunto. Hablar no es comunicarse, discutir tener puntos y criterios distintos no significa enfadarse, y enfadarse no significa elevar la voz. El control de las emociones es fundamental para negociar nuestras diferencias. No hacerlo es darle poder a las discordias para aumentar nuestras distancias.

Somos indulgentes.

Nadie quiere equivocarse. Quizás eso sea una fuente de problemas porque hacemos lo indecible para que no se descubra bien por vergüenza o por miedo. Una cosa es ocultar y otra bien distinta mentir conscientemente. Después de la primera mentira toda verdad se convierte en duda. Las dudas matan las relaciones. Las dudas alimentan incertidumbres. Las dudas minan la confianza. Sin confianza no hay confianza alguna que asegure ninguna relación. Aprender a perdonar nos hace humanitarios porque aprender de nuestros errores nos hace humanos. ¿Todo se puede perdonar? Sí y no. Depende. Si perdonas, perdonas. No podemos perdonar a medias.

Somos civilizados.

A veces hay animales que se comportan como humanos y humanos que se comportan como animales. Nada, absolutamente nada justifica la violencia, física o psicológica, entre iguales y menos en una vida de pareja. El amor no puede ni debe doler. El amor tampoco es control ni posesión. El amor es dejar ir. El amor es dejar fluir. El amor es oír. El amor es reír. El amor es vestir. El amor es porvenir. El amor es descubrir. El amor es transmitir. La vida en pareja no es vivir como una comadreja ni oculto tras una reja. La vida en pareja es respetar para compartir, aceptar para avanzar y amar para querer.

Somos alumnos y maestros al mismo tiempo.

Cuando aprendemos somos alumnos. Cuando enseñamos somos maestros. En la vida en pareja no dejamos de aprender para enseñar y enseñar para aprender. A eso se le llama mejora continua y continuada. No somos un producto acabado. ¿A caso hoy somos, pensamos y hacemos lo mismo que hace 20 años? ¿Lo vemos igual?

Somos fruto de nuestras experiencias y vivencias para lo bueno y para lo malo. Veamos algunos ejemplos: Todo lo que me molesta, irrita o quiero cambiar del otro está dentro de mí. Todo lo que el otro me critica o juzga, si me molesta o hiere está reprimido en mí.

Todo lo que me gusta del otro, lo que amo de él/ella, también está dentro de mí. Todo lo que el otro me critica, juzga o quiere cambiar en mí sin que me afecte, le pertenece al otro. Todo aquello que no deseo y aún así se repite en mi vida es una lección que debo de aprobar para no tener que repetir una y otra vez el mismo suspenso. Cuanto más me resista a las cosas más fuerza adquirirán. Cuanto más dé más recibiré; quizás no de quien yo quiera, por lo que debo de abrir mi foco de atención. En definitiva, vivir en pareja se aprende viviendo en pareja. Las relaciones perfectas no existen.

La vida perfecta no existe.

El amor perfecto es un mito. El momento perfecto no existe. La familia perfecta no existe. Puede que tengas tus propios modelos en base a tus creencias pero… las creencias perfectas tampoco existen. La perfección no existe. La evolución y el cambio sí. No somos lo que conseguimos sino en lo que nos convertimos por lo que nos vamos transformando en el camino.

Deja un comentario

Le informamos de que los datos personales proporcionados mediante el formulario serán tratados por Andrés Sánchez Aguilar cómo responsable de esta web. La finalidad de la recogida y tratamiento de los mismos es gestionar la solicitud realizada. Para poder contactar con usted necesitamos que marque la casilla que indica que ha leído y acepta la política de privacidad y protección de datos de esta web. Así estará dando legítimo consentimiento para que sus datos sean tratados conforme a la finalidad descrita. Los datos facilitados estarán ubicados en los servidores de nuestro proveedor de hosting, seguros y cifrados con SSL. Puedes consultar la política de privacidad de Webempresa para mayor tranquilidad (https://www.webempresa.com/informacion-legal.html). Tiene libertad para consultar tus datos, modificarlos, suprimirlos y otros derechos en info@ysivamos.es. Los datos facilitados serán conservados hasta que se solicite su supresión. Consulte más información acerca de la política de privacidad y protección de datos de esta web a pie de página.