Ser uno mismo puede ayudarte en la vida o puede dificultarte la vida.
Por José Vte. soldevila @joseRehia (Psicologo)
Ser uno mismo es tan fácil como difícil. Supone un reto, un alivio, un peligro o desatino según donde puedas estar y con quien puedas estar.
Ser uno mismo puede ser sinónimo de muchas formas de ser.
¿Cómo podemos ser nosotros mismos sin perder nuestra identidad mientras nos relacionamos con el mundo? ¿Qué podemos hacer para mantener nuestra esencia sin desentonar en presencia de otros?
Con estos 11 consejos podrás tener pistas suficientes para saber cómo actuar mientras te relacionas con otras personas.
Con estos consejos dispondrás de un mapa mental y emocional para saber por dónde ir de la forma más saludable tanto para ti cómo para con quien te rodees.
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Expresa lo que sientes, sintiendo lo que expresas.
No juegues al juego de que tengan que adivinarte porque genera frustración y alejamiento. Con esta actitud todos pierden. Unos porque
nunca salen de la decepción y los otros porque nunca aciertan. Identifica la causa interior de tu malestar y evita que se acumule en tu
interior para salir de la confusión propia y ajena. Si acumulas cosas y no las sacas, tarde o temprano acabarás estallando. Lo malo no es
estallar. Lo malo es que cuando se estalla no se tenga ningún control o que hayamos estallado por algo menor debido al exceso silencioso
de acumulación.
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Usa tu libertad sin perder la cabeza.
Eres libre de hacer lo que quieras siempre que no pongas en peligro tu propia seguridad o la de los demás. Identifica qué puede hacerte
perder el control o quién. Identifica tus capacidades para hacer frente a tus dificultades. Identifica tus malestares sin enfadarte y
malhumorarte. Identifica tus manías y evalúa sus alcances.
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Sé un donante de libertades.
¿Cómo puedes pedir que confíen en ti si tú no confías en los demás? Ser confiable es el primer paso. Quizás hayas sufrido engaños.
Quizás te cueste confiar. Quizás debas liberarte de esa carga tan pesada de “piensa mal y acertarás”. Nadie está exento de ser
engañado. Otra cosa es que te transformes en un “dudopata total”. Se pierde mucha energía siendo investigador privado todo el día. La
libertad que nos damos es la que nos une los unos con los otros. Si la sabemos usar será una fuente inagotable de satisfacciones y éxitos
compartidos.
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Los otros siempre son otros.
Acepta que no siempre todo el mundo tiene que estar de acuerdo contigo y lo que más te acercará a las personas es el modo con el que
gestionas tus desavenencias con ellas. No todo el mundo hará las cosas como tú. No todo el mundo las hará en el mismo momento que
tú y no todo el mundo eres tú. El otro es otro. Cuando realizas que el otro es otro con todo lo que ello implica te das cuenta que la
diversidad es una realidad y que hay tantos caminos como personas. Querer cambiar a los demás es como pretender llevar a un caballo al
abrevadero porque tú tienes sed. Si no te gusta lo que ves en los demás y éstos no quieren cambiar no te queda más remedio que aceptar y valorar.
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Aprende a decir no con amor y comprensión.
No digas sí cuando es no. No digas no cuando es sí. No calles por no hablar. No seas un esclavo del sí. Tampoco seas un “yeti” del no. No
siempre te va a apetecer hacer lo que te proponen. No seas hipócrita y no mientas, ya que en el fondo te mientes y engañas a ti mismo/a.
Puedes permitirte explicar tus razones sin perder la razón.
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Permite dar o pedir opciones.
No caigas en la tentación de la sumisión o el autoritarismo. Con razón o sin ella, tener alternativas y ofrecerlas nos aporta más caminos para
llegar a nuestros destinos. Las cosas se pueden hacer de muchas maneras. No sólo de la tuya. Abre tu mente a experimentar nuevas
formas de experimentar tu vida. Sal de las conductas pre-establecidas y el piloto automático. Date permiso para equivocarte. Da permiso
para que se equivoquen. Somos humanos. No somos perfectos pero podemos ser muy cariñosos.
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Diferencia los hechos de las emociones.
Una cosa es la realidad de lo que pasa y otra muy distinta es como tú lo percibes y lo sientes. Antes de poner el grito en el cielo permítete
verificar lo que ha pasado. Si vas en reserva energética y emocional todo afecta más y con más intensidad. Si llevas rencores, frustraciones
y desamores toda tu realidad acaba siendo modificada. Presta atención a tus respuestas emocionales ante las cosas que te pasan.
Evalúa su impacto en ti y en los demás. Si no son de tu agrado simplemente haz algo. Si no sabes que hacer, pide consejo o pide ayuda.
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Busca momentos para estar contigo.
Relacionarse adecuadamente con los demás pasa primero por saber relacionarse ecológicamente y saludablemente con uno mismo/a.
Busca tiempo para estar contigo sin nada mejor que hacer que estar contigo. Pregúntate que quieres hacer y hazlo. No esperes ni pidas a
nadie que te acompañe. ¿A caso le pedirías a alguien que te acompañase a hacer “popo” mientras juntos habláis del tiempo? No.
¿Verdad? Estar con uno mismo es liberador, reparador y creativo.
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Mantente fiel a ti mismo/a.
Tener principios y valores es el comienzo de todo. Ser congruente y coherente es el camino.
Estar comprometido con tu proyecto vital es necesario.
¿Qué es lo mínimo que puedo hacer o lo más agradable que puedo hacer o decir y que vaya en el sentido del tipo de persona en la que me quiero convertir o deseo seguir siendo?
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Promover relaciones auténticas.
¿Cuándo me relaciono con los demás intento ser yo mismo o intento ser como les gustaría a los demás que fuese? ¿Si soy yo mismo, que
debo pulir para lucir mejor por y para mi sin importarme los focos de los demás? Quieras o no, salvo si eres un ermitaño, te tienes que
relacionar con el mundo. Si eres tímido o tienes miedos eso es otra cosa. Si detectas barreras debes hacer algo con ellas pues el mundo
está ahí fuera y necesitas conectar con él. Hay muchos tipos de relaciones. Desde las casuales y superficiales hasta las íntimas y
profesionales. Cada una de ellas requiere los mismos pies pero calzado diferente.
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Sé amable sin ser complaciente.
Puedes se cortés o incluso benévolo pero aleja de ti los intereses partidistas pues al final se te acabará viendo el plumero. La amabilidad
no entiende de ideologías. La amabilidad no responde a modas. La amabilidad es el modo que tiene la generosidad de responder con
educación ante las cosas. La amabilidad es el modo que tiene la paciencia de esperar que sucedan las cosas. La amabilidad es un regalo que abre puertas.
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